Han pasado unos meses desde Kiyoshi renunció a su trabajo para cumplir su sueño de tener una tienda de dulces en las afueras de Tokio. Él quería vivir el resto de su vida viendo niñas. Su plan fue un éxito, con los niños de la escuela cercana que visitan su tienda todos los días y hablar con él felizmente como amigos. Sin embargo, poco después de las vacaciones de verano comenzó, se dio cuenta de uno de sus clientes habituales, Chie, robar algunos dulces. A pesar de que no había mucho de una pérdida, que no podía dejar que se deslice. Cuando se le preguntó, ella dijo que ella va a compensar por ello mediante el trabajo a tiempo parcial en su tienda. Así comienza sus vacaciones de verano con pequeñas niñas.